Las cuestas sirven principalmente para desarrollar en un corredor la fuerza como cualidad básica en la que se sustentan la velocidad y la resistencia. Además nos ayudan a reforzar las articulaciones que son fundamentales para un corredor de fondo.
El entrenamiento con cuestas es muy útil para aquéllos que entrenan regularmente y tengan ambiciones serias de mejorar sus marcas. Nos permiten mejorar la fuerza en las piernas trabajando músculos con mayor potencia y otros que prácticamente no usas al correr en plano, lo que a su vez permitirá que más adelante podamos correr a ritmos más vivos y, por supuesto, a competir más rápido.
Es ideal agregarla dentro de un plan de entrenamiento para una carrera como una maratón en la primeras 6 a 8 semanas, y si lo trabajas fraccionado logras de mejor manera aumentar tu potencia aeróbica y anaeróbica a la vez.
Aumenta la eficacia de cada zancada y ayuda a prevenir lesiones. La mejoría de la fuerza por medio de las cuestas es muy lenta en un principio y se incrementa exponencialmente a medida que te vas fortaleciendo. Si eres paciente permitirá mejorar espectacularmente tú forma física.
Ejemplos de tipos de entrenamiento:
- En una cuesta de 8%-9% de pendiente hacer 4x1000mt corriendo fuerte, con recuperación 3 minutos entre serie.
- En una cuesta de 10%-12% de pendiente hacer 10x400mt corriendo fuerte y con descanso activo de trotar de vuelta al punto de partida.
- En una cuesta de 5-9% de pendiente hacer 4.000mt a un 70% de tu frecuencia máxima.
Ya sabes… no evites esas subidas matadoras por solo correr en plano, veras como con el tiempo volaras con una zancada con mucha potencia.