Correr siempre a la misma velocidad, es uno de los errores que más cometen los runners. No sólo se trata de que los 5 días de entrenamiento son exactamente iguales, sino a que en los días de rodaje el ritmo es idéntico durante todo este.
Correr siempre al mismo ritmo, ya sea a 5 como a 4 minutos el kilómetro te hará solamente ser el corredor que más kilómetros corre sin cambiar el ritmo pero nada más.
Correr siempre al mismo ritmo ¿Qué le sucede a mi cuerpo?
Al correr siempre a la misma velocidad lo que logras es mejorar tu capacidad aeróbica y eso es transcendental sea cual sea la distancia a la que te enfoques. Sin embargo, al abusar de esto puedes verte afectado.
Uno de los inconvenientes de correr al mismo ritmo en todos tus entrenamientos es que no alcanzas a llegar a los objetivos.
Un ejemplo muy claro son los atletas de halterofilia. ¿Tú creer que si uno de estos atletas jamás ha levantado más de 50 kilos podrá levantar en una competencia 150 kilos?
Al correr pasa lo mismo, ¿Cómo lograrás correr 5 kilómetros en menos de 20 minutos si en ningún entrenamiento has bajado de 4 minutos el kilómetro? Quedarse siempre en la zona de confort es un grave error que condiciona totalmente los resultados. No se debe evitar el sufrimiento de ver que no llegas ni de terminar por completo fatigado.
Entonces, debes evitar que todos tus días de entrenamiento sean iguales. Si tu cuerpo recibe siempre los mismos estímulos jamás mejorará.
¿Qué se puede hacer para impedir correr siempre al mismo ritmo?
En primer lugar, debes variar el ritmo de los entrenamientos. Olvida lo de terminar tu rodaje al mismo ritmo que lo comenzaste, para esto debes realizar rodajes progresivos.
Estos rodajes son perfectos para esos días de entrenamiento más livianos. Empieza corriendo un par de kilómetros a un ritmo suave para, lentamente, acrecentar la velocidad. No te olvides que el entrenamiento es un rodaje por lo que no te lances a correr como si estuvieras haciendo series.
Otra alternativa muy efectiva para que no acostumbres tu cuerpo al mismo ritmo es hacer rodajes a un ritmo medianamente alto y mantenerlo durante 20 minutos. Esto es lo que se denomina entrenamientos a ritmo controlado y te permiten aproximarte al umbral anaeróbico sin llegar a entrenar completamente en él.
La última recomendación es correr a la misma velocidad solamente cuando sea necesario, es decir, en los rodajes de recuperación y en esos que quieras realizar de forma relajada, pero jamás corras siempre al mismo ritmo.
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