La temperatura es la principal razón que afecta nuestro rendimiento deportivo. Temperaturas superiores a los 15 grados centígrados ya genera que nuestro rendimiento tienda a disminuir progresivamente, dependiendo del aumento de ella.
Nuestro organismo solo puede vivir en temperaturas que van de los 36,7º C a los 36,9º C. El exceso de calor en nuestro cuerpo es necesario reducirlo rápidamente al practicar cualquier deporte, ya que es fundamental para evitar los calambres, agotamiento o un “golpe de calor”.
Los humanos tenemos una gran capacidad adaptativa a los cambios de temperatura, pero de todos modos las altas temperaturas haciendo un deporte como el running, que requiere mucho tiempo para su ejecución, nos influirá de manera importante dependiendo de qué tan “altas” sean las temperaturas a que nos exponemos.+
CÓMO NOS AFECTA:
- La cantidad de sangre bombeada hacia la piel al correr con calor aumenta drásticamente, el corazón comienza a latir más y más, y los músculos con los minutos les comienza a llegar menos sangre, ya que el corazón no es capaz de bombear lo suficiente. Este efecto genera la baja de rendimiento automático, con consecuencias drásticas de pasar de un agotamiento a un “golpe de calor”, que es cuando la temperatura corporal rebasa los 40° C y los mecanismos de regulación de temperatura no pueden controlar esta subida.
- La segunda razón de cómo nos afecta al correr, es que el calor consume más rápidamente nuestras reservas de glucógeno. Es decir, nos quedamos sin gasolina con mayor rapidez que a temperaturas normales. Por lo tanto entrenamientos pensados con mucho desgaste de glucógeno no son recomendables para estas horas.
- Correr con calor también influye en nuestra hidratación, ya que eleva nuestra temperatura corporal y tenderemos a transpirar en mayor cantidad sudor, aumentando el riesgo de deshidratación, como también afectando nuestro rendimiento, y nuestra salud.
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- La última razón, va más allá de lo fisiológico. Al tener calor estamos incómodos. Esto nos afecta psicológicamente, generando una sensación de agotamiento que puede afectar nuestros pensamientos, pasando en vez de generar endorfinas “la hormona de la felicidad”, a terminar estresándonos más.
Como conclusión te darás cuenta que debemos ante el impacto que genera las temperaturas altas buscar horas de entrenamiento adecuadas en la mañana o al atardecer, y si no podemos elegir, lo ideal es que bajes el ritmo de entrenamiento o mejores la hidratación, la regla básica es que hay que ingerir entre medio litro y un litro de líquido por hora de ejercicio.
La hidratación es ideal con líquidos que contengan electrolitos, ya que se pierde mucho sudor con una gran cantidad de sales en una hora de ejercicio. Además es aconsejable una bebida que contenga 25 a 50 gramos de carbohidratos, y 20 0 a 345 miligramos de sodio y 50-100 miligramos de potasio.