El braceo perfecto para correr mejor, conócelo en la siguiente nota:
Quizá un mal braceo sea el origen de muchas de tus dolencias al correr, aquí te enseñamos lo que no debes hacer al bracear.
Si practicas running debes saber que la clave para una correcta técnica de carrera no solo se encuentra en la pisada, si no que también tiene que ver mucho con (cómo corres), y, con eso nos referimos a la postura que adoptas y en cómo y qué utilizas para impulsarte, en este caso, hablamos del braceo, y la importancia de ello en el running, por eso, te traemos 3 ejercicios claves para que tus brazos se conviertan en alas a la hora de correr.
Utilizar de manera correcta los brazos a la hora de correr te ayudará no solo a mantener una buena postura, si no también a sentirte mucho más cómodo, sin contar que te hará un corredor mucho más eficiente, de acuerdo con el estudio “El costo metabólico de la carrera humana: ¿vale la pena balancear los brazos? “el braceo en el corredor proporciona beneficios a nivel metabólico y también biomecánico)”.
Y, lo mejor de todo, es que una buena técnica de braceo es sencilla de lograr, no supone ejercicios complicados, ni horas de ejercicio pesado, aquí lo que debes hacer para lograrlo.
Braceo perfecto: 3 ejercicios claves
1.Brazos relajados y hombros lejos de las orejas:
Lo esencial es iniciar a correr relajado, así evitarás que tus brazos se tensen, asimismo debes flexionar los codos a unos 90 grados aproximadamente, los hombros también deben estar relajados y alejados prudencialmente de tus orejas.
En ocasiones, ya sea por costumbre, y/o cansancio, tendemos a correr encorvados hacia adelante y con los hombros recogidos hacia arriba, y esto quizá no represente una molestia inmediata, pero tras culminar el recurrido, puede aparecer dolor en la zona alta de la espalda.
Por ello, lo primordial a recordar durante cada tirada es que los hombros deben estar lo más alejados de tus orejas.
2.Para un braceo perfecto: Manos relajadas, sin apretar los puños:
Aquí nuevamente debes partir por la relajación, nada de puños apretados, sobre todo si estás corriendo a ritmos altos. Presionar de manera excesiva las manos puede crear tensión innecesaria en manos y antebrazos, pudiendo llegar hasta la zona de los hombros y de la espalda alta. Un consejo por si te cuesta identificar esta falla, si van varias veces que lo pasas por alto, puedes comenzar a entrenar esta técnica, llevando algo blando en la mano, puede ser una pelota anti-estrés.
3. Brazos que no sobrepasan la línea media del cuerpo:
Evita el meneo excesivo de brazos al correr, esto lejos de ayudarte puede convertirse en un promotor de dolores o una lesión. Intenta siempre que el braceo sea espontaneo, natural, nada forzado, en lo posible que piernas y manos vayan en una misma sintonía. Cruzar los brazos excesivamente por delante de nuestro torso puede llevarnos a realizar una rotación con nuestro cuerpo que, además de causarnos una posible lesión, también puede hacer que seamos menos eficientes al correr.
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