Uno de los principales problemas de un runners por la cantidad de impacto que debe recibir sus pies es padecer de ampollas y uñas negras.
Son miles de impactos que reciben los pies por cada entrenamiento y generalmente nos olvidamos un poco de ellos.
El conocimiento mínimo de cómo evitar estos problemas y como saber tratarlos nos ayudará a tener una vida de corredor más agradable y no tener que parar nuestro entrenamientos en casos extremos como una ampolla muy grande.
UÑAS NEGRAS EN LOS PIES
Las uñas negras aparecen por consecuencia del golpeteo masivo en los dedos con el roce con la parte interior de nuestras zapatillas.
Como resultado de estos golpes repetitivos, tus dedos de los pies se dañan y en las uñas se producirá por debajo un hematoma que lo percibirás a simple vista ya que se ponen moradas o negras las uñas con una apariencia bastante desagradable.
Suele pasar más en los corredores que hacen largas tiradas y en los que corren en terrenos con desnivel, ya que en las bajadas es cuando más los dedos chocan con la parte frontal de la zapatilla.
Este hematoma tiene dos soluciones; el primero es tratarlo con un podólogo antes de las 72 horas para que te haga un orificio en la uña y drene la sangre. La segunda opción es dejar que sane sola, la cual es un proceso bastante lento de muchos meses en los que la uña terminará poniéndose negra y saldrá de a poco una nueva por debajo de ella hasta botar la antigua.
No existe una fórmula para evitar las uñas negras pero lo principal a tener en cuenta como consejos para prevenirlas es:
-Comprar unas zapatillas con el espacio de un dedo interiormente para evitar los continuos roces.
-Mantener las uñas cortadas.
-Correr con unos buenos calcetines técnicos para que los pies se mantengan secos.
-Probar con amarrar de forma adecuada los cordones de las zapatillas, o sea no tan apretadas, pero lo suficiente para que el pie quede lo más fijo posible.
AMPOLLAS EN LOS PIES
Las ampollas son sin duda uno de los problemas más desagradables que puede padecer un corredor ya que te puede dejar fácilmente sin correr un buen periodo de tiempo.
Se producen por acumulación de líquido producto de alguna fricción entre los pies y las zapatillas.
Lo principal cuando ya la padecemos es NO quitar la piel para colocarnos un apósito hidrocoloide, sino conservarla lo máximo posible. Se recomienda para los corredores el abrirla mínimamente, ideal con una aguja, para que drene el líquido y sane la zona sola.
Para poder prevenir su aparición debes tener en cuenta los siguientes consejos:
-Usar unos buenos calcetines técnicos.
-Untarte los pies con vaselina en las zonas que tienes más roces.
-Tomar harto liquido para tener la piel bien hidratada.
-Apretar lo suficiente los cordones para que el pie quede fijo cuando corremos.
Ten siempre en cuenta que si no puedes solucionar cualquiera de estos dos problemas, la receta principal es ir a un buen podólogo para que te ayude y oriente en la solución de tu padecimiento.
También te puede interesar ver: