Varios estudios han analizado que sucede si entrenamos con un nivel de cansancio físico y mental importante, la respuesta es que existen ventajas y desventajas que si sabemos manejarlas puede ser de gran ayuda para mejorar nuestros tiempos.
Una de las grandes ventajas es que nos permite mantener nuestro estado físico y no perderlo, como además nos ayuda a aprender como aguantar “correr cansados”, algo que la mente necesita practicar para carreras de 21k y 42k sobre todo.
Son muchos factores que influyen en el rendimiento de un corredor y que hacen que en una competencia, algunas veces rindamos más o menos de lo esperado.
Un corredor como ejemplo con las mismas condiciones que otro puede en una carrera de 10k fácilmente pasar de 45 minutos en 10k a bajar su tiempo a 42 minutos con cambiar solamente el pasar de entrenar 4 días a la semana a 5.
Muchas veces pasa que “no” tendremos ganas de entrenar también por cansancio físico o mental, son las reglas del juego y que hacen la diferencia entre un corredor más capacitado que otro. Pero caer en sucesivas faltas de entrenamiento hacen la regla principal de porque muchas veces un corredor que entrena mas siempre termina con mejores tiempo.
Es un deporte que requiere de un gran equilibrio mental para practicarlo, y por lo tanto requiere de una motivación extra en esos momentos de flaqueza y de cansancio también físico por fuertes entrenamientos. Lo esencial es ante señales de cansancio intentar entrenar “lento”, a una velocidad que te acomode y no te desgaste, ya que esto te permitirá a la larga estar siempre en forma física y no perderla, y la curva es impresionante de baja de rendimiento si no te cuidas de seguir estas pautas de entrenamiento lento entre tus entrenamientos.
Correr lento además potencia varias facetas para un corredor que son muy importantes, te sugerimos además leer:
Sin duda para saber cuánto entrenamiento es lo ideal según tu rango de corredor es guiarte por planificación de entrenamiento que te lleve a un objetivo real y concreto de tiempo. Este plan además te debería dar una pauta de cuanto descanso es aconsejable, y cuanto es lo que no debes faltar a los entrenamientos.
Los planes de entrenamiento más adecuados son los guiados por un experto en la materia, como algún entrenador, y si no lo tienes, te sugerimos de partida ver tu tiempo por ejemplo en 10k, y según ese tiempo plantearte un plan semejante con un peldaño más arriba si es que quieres evolucionar, por ejemplo un corredor de 45 minutos que está en su primero año de entrenamiento, perfectamente puede optar por un tiempo estimado de 42 minutos con 3 meses de entrenamiento, pero en general no es recomendable saltarse pasos, ya que puedes terminar lesionándote si es que no tienes unas condiciones genéticas formidables para avanzar más veloz en tus tiempos.
Entrenar lento tiene el beneficio como conclusión que nos permite ganar mucha resistencia con una buena planificación, y en momentos de cansancio te permitirá mantener tu condición física como además trabajar la mente. Como desventaja principal es que debes tener cuidado de no lesionarte, y para eso debes aprender a escuchar tu cuerpo, recuerda que estás jugando con una situación extrema, pero con múltiples beneficios.
Como sugerencia para un corredor “no” elite es después de un entrenamiento de calidad que venga siempre un día de trote lento por lo menos, aunque no te sientas tan cansado, esta es la clave del éxito.
REFERENCIAS:
J. López Chicharro, A. Fernández Vaquero “Fisiología del ejercicio”. 3ª ed. Ed. Médica Panamericana, 2002.
Klaus Carl “Manual de metodología del entrenamiento deportivo”. 1ª ed. Ed Paidotribo, 2001
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