Todo corredor desde principiante a avezado cometemos errores habituales como alimentarnos inadecuadamente, no descansar lo suficiente, no cumplir los entrenamientos, etc…
Pero estos errores más habituales tienen una diferencia con ciertos errores que le hemos puesto “idiotas”, ya que nos hacen caer en nuestro rendimiento repetitivamente y nos producen lesiones.
La naturaleza humana es sabia y si sabemos escuchar nuestro cuerpo tendremos las pautas para cometer los menos errores posibles.
A continuación nos referiremos a los puntos gatillantés de que caigamos en estos errores “idiotas”:
SER TESTARUDO:
Si estas con un entrenador que te guía y te conoce, es natural también tener diferencias de opiniones con él, pero es muy diferente a no seguir el plan a escondidas ya que tienes mucho más posibilidades de no achuntarle y lesionarte por ser “testarudo,” como además quedaras siempre en la duda que habría pasado si hubieras seguido su plan de entrenamiento.
Ser testarudo sin duda te puede traer beneficios algunas veces, pero para eso caerás varias veces en caminos de lesiones que te las podrías evitar si te aconsejas con profesionales.
La clave está en entender que es importante confiar en nuestro entrenador, kinesiólogo, nutricionista o el especialista que nos pongamos a su disposición.
SER AMBICIOSO:
Es habitual en los corredores repetir el mismo error varias veces por la ambición de probar hasta el límite para poder mejorar más rápido.
Fisiológicamente un corredor entrenando regularmente en 10 años llegaría a su peak de rendimiento. Como este periodo es medio largo varios intentan acortarlo forzando a su cuerpo a entrenamientos sin respetar los periodos de descanso semanales, y menos, los de los ciclos de entrenamiento.
La ambición por mejorar es una herramienta de doble filo, puede ayudarte si la sabes manejar con precaución, pero si le das rienda suelta puede llevarte por el camino equivocado de las lesiones.
La clave esta en conocer tu cuerpo y ante las señales que tengas de cansancio “parar”. El descanso es fundamental para asimilar bien los trabajos y generar las mejoras fisiológicas, y por eso que es “idiota” no hacerle caso y seguir ya que lo único que consigues es bajar más nuestro rendimiento por estresar al cuerpo inadecuadamente, terminar lesionados, y nuestra mente totalmente derrumbada por el error.
Tener la claridad y la cabeza fría para decidir suspender o modificar un entrenamiento por una molestia o cansancio fisico, es vital para el éxito a largo plazo de un corredor.
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