LOS GRANDES PROBLEMAS Y LOS GRANDES BENEFICIOS DE LA GRASA PARA UN CORREDOR

 

Las reservas de glucógeno no son la única fuente de energía que posee nuestro cuerpo para correr. Las grasas son usadas, por lo general, como reserva de energía para ejercicios de baja intensidad, por ejemplo cuando vamos trotando despacio, o recorremos una larga distancia a paso lento (también conocido como LSD por sus siglas en inglés: Long Slow Distance), y ejercicios parecidos.

Es decir que las grasas son el principal suministro de energía en ejercicios aeróbicos de larga duración, pero de poca densidad, con la finalidad de consumir menos glucógeno.

Las grasas o ácidos grasos, al igual que las proteínas y los carbohidratos, son compuestos orgánicos presentes en la materia viva y muy importantes para la vida, puesto que además de funcionar como sustrato energético son componentes de las membranas y estructuras celulares, asimismo proporcionan de elasticidad y rigidez a las células musculares y sanguíneas.

Alimentos ricos en grasa los podemos encontrar de todo tipo, tanto de origen vegetal como animal. Sin embargo, es necesario diferenciarlas debido a su impacto sobre la salud y aunque sus características sean muy diferentes (por ejemplo, las grasas sólidas y los aceites), su aporte calórico es el mismo almacenando una alta cantidad de energía (9 kcal). Se estima que contribuyen con hasta el 50% de la energía total que se utiliza durante una rutina de entrenamiento.

 

¿CUAL ES EL TIPO DE GRASA QUE DEBE CONSUMIR UN CORREDOR?

Como mencionamos las grasas están presentes en la mayoría de alimentos y hay que saber diferenciarlas pues el consumo desmesurado de grasas trae graves problemas a la salud, mayormente afectando a la sangre y al sistema cardiovascular.

Existen dos tipos de grasas, saturadas e insaturadas.

Entre estas dos, las grasas saturadas son las perjudiciales para la salud debido a que propician el aumento de colesterol en la sangre. Por lo general, los alimentos de origen animal como la carne, el cerdo, el pollo y sus derivados (embutidos, lácteos, etc.) son los que contienen este tipo de grasas. Es necesario también mencionar que las margarinas, a pesar de que son de origen vegetal, durante sus procesos de elaboración sufren cambios químicos que provocan la obtención de grasas “trans”, no obstante, estas no son tan perjudiciales como las saturadas.

Por otra parte, la mayoría de grasas insaturadas provienen de vegetales, es así como tenemos los aceites de oliva o de semillas de girasol. La característica más importante de este tipo de grasas es que, a  diferencia de las saturadas, su consumo representa un beneficio para la salud produciendo efectos cardioprotectores, reduciendo los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre y haciendo que los vasos sanguíneos se dilaten mejorando así la circulación y la presión sanguínea. Contienen también considerables cantidades de vitamina E que funciona como antioxidante. Pese a todo, las propiedades y efectos beneficiosos solo se pueden aprovechar cuando son consumidos en crudo.

A pesar de ser un nutriente muy importante, debemos ser prudentes en su consumo. Las vitaminas A, D y E son liposolubles, en otras palabras, son mejor absorbidos junto al aceite, es por esto que las espinacas, zanahorias, brócoli o col, en caso de ser cocinadas debe de hacérselo con aceites que reduzcan el colesterol, por ejemplo el aceite de oliva.

El proceso de digestión y absorción de grasas en el cuerpo es un proceso que toma tiempo, es mejor no consumirlas en exceso antes de correr.

 

También te puede interesar ver:

 

Planes de entrenamiento para: 5K, 10K, 21K, y 42K