Si bien es cierto, es poco frecuente escuchar acerca de las lesiones en los tobillos, aquí te mostramos por qué es tan importante cuidar de ellos.
En cada pisada que se da los tobillos reciben toda la descarga que aplicas al correr , y como si eso no fuera suficiente, los impactos son repetidos, haciendo de esta articulación un blanco perfecto para lesionarte.
Los tobillos
Es uno de los puntos más débiles de un runner, y también una de lesiones más comunes. Si corres a diario, debes saber que los tobillos están siempre propensos a lesiones como esguinces, torceduras o desgarros ligamentosos, debido a que tienen un alto nivel de actuación en cada pisada, y reciben impactos muy fuertes, continuamente.
No es raro ver a un corredor con este tipo de lesión. Estudios confirman que más de una cuarta parte de los accidentes deportivos afectan esta área, por eso, es importante darle la debida atención e importancia, y así evitar darte unas vacaciones involuntarias.
A continuación, te enseñaremos tres actividades preventivas para fortalecer esta articulación y evitar lesiones en los tobillos.
Lesiones en los tobillos al correr: tres claves para evitarlas
1. Movilización antes de cualquier actividad física:
Con un calentamiento previo, puedes comenzar por movimientos suaves y progresivos apoyar la punta del pie, trazar círculos en el aire, o escribir palabras al aire, y agregar otro tipos de ejercicio. Lo importante es no correr o hacer cualquier otro deporte que afecte los tobillos, sin antes ponerlos en calor.
2. Fortalecimiento:
Al igual que cualquier parte del cuerpo como el core, las pantorrillas, o los brazos, los tobillos también necesitan fortalecerse, y esto es algo que puedes trabajar en tu casa sin necesidad de ir a un gimnasio.
Uno de los ejercicios más recomendados por especialistas es utilizar una goma, ya que este tipo de rutina actúa como tonificadores de los músculos y brindan estabilidad al tobillo.
También, movilizar objetos y utilizar solo tus pies. Puedes usar una toalla, un libro, y con esto trabajar la estabilización lateral.
3. Trabajo de propiocepción:
Propiocepción es la capacidad del cuerpo de detectar el movimiento y posición de las articulaciones. Este ejercicio busca la estabilidad articular, por ende, es ideal para el tobillo y talón de Aquiles y normalmente se usa en la rehabilitación de lesiones. Su principal función es brindar estabilidad articular.
Debes buscar superficies inestables, y fuerzas así a tus músculos y ligamentos a hallar la estabilidad. Un ejercicio simple es poner una toalla arrugada en el suelo y poner a pata coja sobre ella intentando mantener el equilibrio.
Otro ejercicio para esto, solo que un poco más difícil, es con la ayuda de un balón desinflado, apoyar un pie y tratar de mantener el equilibrio.
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